Érase una vez una niña que con un cuento, una libreta y una cajita de cuatro colores alpino era la más feliz del mundo.
Cuando creció, su curiosidad, el amor por la ciencia y el ansia de explicarse muchas cosas de la vida la llevaron hasta el mundo de la farmacia, donde se dio cuenta que su mayor satisfacción era ayudar a la gente a traducir la complicada jerga de los medicamentos y explicar con palabras fáciles lo que estos podían hacer por su salud.
Y siguió con ganas de hacer entender el mundo de la medicina a través de la traducción de documentos en otros idiomas para que así llegasen a más gente.
Sin embargo, la niña que llevaba dentro seguía avisándola de que no se sentía del todo satisfecha: quería llegar más allá y luchaba para ser escuchada.
Cuenta la historia que lo consiguió.
Coco ha cambiado los medicamentos de la farmacia y la traducción médica por los cuentos terapéuticos porque está convencida que traduciendo su lenguaje simbólico y metafórico se puede conseguir que el cuento sea la mejor medicina para las personas.

HOLA
Soy Coco y ayudo a las personas a afrontar situaciones especialmente exigentes y desafiantes de la vida utilizando el poder terapéutico de los cuentos y la programación neuro-caligráfica.

Me he metido de lleno a estudiar cuentoterapia, cuentos y metáforas terapéuticas y narrativa terapéutica para aprender a encontrar los entresijos de los cuentos de tradición oral, analizarlos y entender su significado arquetípico, simbólico y oculto y poder desarrollar la sensibilidad necesaria para saber elegir en cada momento qué cuento es el más adecuado para cada problemática, conflicto o situación de la vida cotidiana que resulta complicada de transitar.
También me he formado en Programación Neuro-Caligráfica (PNC), porque, aunque no te lo creas, siempre, ¡siempre! escribo a mano mi primera idea, mi esbozo de cuento, mis diarios y mis problemas o alegrías.
He comprobado por propia experiencia cómo la caligrafía incide de forma directa en la inteligencia emocional.
Y ¿sabes qué?
El método de la PNC y los cuentos funcionan de la misma forma:
dejan atrás la mente y la razón y utilizan el poder (el superpoder) del inconsciente para hacernos «reaccionar» y dirigirnos hacia el tesoro.
¿Qué tesoro?
La solución a nuestro conflicto, a nuestra mejor versión, a vivir, en definitiva, una vida más plena y a dejarnos de tonterías, que al final… son solo dos días…
¿o no?
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