En los transportes públicos de Barcelona, desde hace un par de años se puede observar una imagen, el dibujo de una niña que lleva un moño como peinado y que está con medio ceño fruncido. Este personaje dice: «Viatja amb Karma» («Viaja con Karma»).
Esta pasada madrugada, en el hemisferio norte, ha entrado el equinoccio de primavera, vamos, que la primavera ha llegado.
Pasé una buena parte de mi primera infancia observando a Colón. La estatua.
Todos nos hemos dormido arropados por las cálidas palabras de un cuento contado por mamá o papá.